A vueltas con el trapo musulmán femenino

Este contenido fue publicado originalmente en el blog de la Delegación de PxC de L'Hospitalet de Llobregat.

Deseamos a todos una feliz Navidad y que 2011 nos sea propicio en todos los aspectos.

Delegación l’Hospitalet.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

En la anterior entrada hablamos del chanchullo socialista, intentando engañar a la población con su supuesta preocupación por los problemas que causan los inmigrantes.

Todo falso, por supuesto, ahí tenemos la prueba, en ese cartel.

‘El velo no me limita para trabajar, que no te limite a ti para contratarme’. Con este lema, la Asociación de Trabajadores Marroquíes en España (Atime) ha puesto en marcha una campaña de sensibilización para animar a las empresas españolas a contratar a mujeres musulmanas que lleven el velo.
Desde esta ONG, han denunciado que las mujeres que portan ‘hiyab’ sufren discriminación laboral, lo que frena su integración en la sociedad española. “Hay que juzgar a las personas por sus méritos y no por sus apariencias. Quien lleva el pañuelo puede ser igualmente válida que cualquier otro trabajador”, ha declarado a ELMUNDO.es. el presidente de Atime, Kamal Rahmouni.

Dentro de la campaña, que está subvencionada por el Miniterio de Trabajo e Inmigración, la ONG ya ha comenzado a difundir folletos y a organizar charlas y encuentros con el fin dar a conocer esta realidad, que, a su juicio, es bastante frecuente.
Según informa Rahmouni, en muchas ocasiones, las mujeres que portan el velo ni tan siquiera pueden acceder a una entrevista de trabajo: “Las ven y no las llaman para el proceso de selección”, explicó. Otras veces, son relegadas por las empresas a puestos de trabajo que no sean de atención al público: “Hemos conocido casos de mujeres que estaban trabajando en contacto con los clientes y cuando decidieron ponerse el velo, fueron enviadas a otros departamentos como telefonistas”, manifestó.

Señor Kamal Rahmouni, cuando desde “su” Marruecos se respete a las mujeres policía españolas, tal vez podamos hablar del respeto y valía que nos merecen unas embutidas de pies a cabeza en trapos y que se creen la reina de Saba.
De momento, nosotros no las agredimos ni insultamos, ni hacemos fotomontajes injuriosos con ellas. Nosotros respetamos, siempre que nos respeten y somos libres de no contratar a, quien por su vestimenta, no se ajusta al perfil deseado. Cosas del marketing, señor moro. Aún tienen mucho que aprender, se lo aseguro.
¡Ah! y esto no es ningún montaje:

 

Si tanto se preocupan por “la dignidad” de sus mujeres, sepa que aquí, enseñar el culo es propio de putas.