Carta abierta a Myriam Muñoz

Este contenido fue publicado originalmente en el blog Incorruptible Digital, pero se añade porque August Armengol lo usó bajo su firma (con ligeras modificaciones) en la agencia EFE que lo expandió.

No nos conocemos personalmente (por fortuna) Tú no sabrás quien soy -o tal vez sí, si eres capaz de recordar conversaciones de allegados tuyos...-, pero yo sí sé quien eres tú y francamente, sabiéndolo, me produces una inmensa pena.

Antes de tu miserable traición ya tuve conciencia de que sólo eras un florero pegado a Anglada, siempre a su lado, tal que un escolta, pero sin saber nada de tus opiniones. El por qué éste te mantuvo, sólo puede explicarse por su amistad con tu padre y la buena fe de Anglada que te apreciaba como a una hija, estando dispuesto a que  fueses alguien. Por desgracia erró, porque tú, sólo, ni vales para abrocharte unos zapatos, sino que te has creído la reina de Saba, la maravilla de las maravillas.

Vas por ahí, acusando a Anglada de idioteces que se caen por su propio peso, como el absurdo de la bandera Estelada que colgaba en el estudio de una emisora independentista donde fue entrevistado. Después de esto, machacando insistentemente en esta idiotez, afirmando que a Anglada  le da igual “abrazarse” a la enseña nacional como a la independentista, ¿te extraña que nadie con sentido común te crea el resto de burradas que sueltas?

Tonta. Eres muy tonta. Tan tonta, que según tu propio padre, eres incapaz de ir al médico sola.

Aquí tengo mis dudas, si sólo eres una inútil integral ante la sociedad, o sea, una tarada mental, o una gandula que prefiere que la lleven.

Da igual una cosa o la otra, demuestra que no tienes suficientes facultades, que no eres más que una Barbie de trapillo. Una muñequita de plástico sin cerebro. Una rubia de bote y tonta del cogote.

Ahora vas diciéndo en la charca pestilente que recibes correos con amenazas de muerte “por haberte ido del partido”. ¡¡¡Burra!!! Eres tan inane que no comprendes que si te vas del partido, si no una fiesta, porque  al fin y al cabo no eres nadie, todos contentos con tu marcha. Porque apestas. Sólo eres una mariposona buscando cacho. Por ‘la teñida’  y la ‘Barbie’ te conocen ya en los medios. Maravilloso, ¿no te parece? Supongo que estarás contenta, pues es lo que te gusta, ser un juguete de plástico.

Te doy un buen consejo, de corazón: cállate de una vez porque sólo haces el ridículo y te perjudicas a ti misma. Si tu cerebro de yogur entiende esto como una amenaza, pues nada, reina, denúnciame y nos echamos unas risas en el juzgado. Bueno, yo. Tú llorarás.

Teresa Coscojuela, alías Leona Catalana.