Amenazar de muerte sale barato

Este contenido fue publicado originalmente en el blog de la Delegación de PxC de L'Hospitalet de Llobregat.

El pasado 1 de noviembre Josep Anglada fue insultado y amenazado de muerte por el magrebí Yassine el Maghrabi en la plaza Mayor de Vic, mientras realizaba el spot electoral de la pasada campaña.

 

Al juicio que se realizó a causa de la denuncia interpuesta por Anglada, Maghrabi no asistió, en claro desprecio por las leyes, además de que, por si fuese poco, la juez y el fiscal quitaron importancia a lo que supone un hecho gravísimo de acoso y amenazas de muerte hacia una persona que, para más inri, es un político, una figura pública que suele estar en contacto con la gente de la calle, paseándose por esta.

 

Pero el desprecio de quienes -se supone que imparten justicia-, a la integridad física y la vida de un amenazado, ha llegado hasta el punto de sentenciar los hechos como pena leve y condenar a Maghrabi a sólo 120 euros de multa. Multa que seguramente será pagada por las ayudas sociales. O sea, nosotros.

Delinquir en Cataluña -y en toda España-, sale muy barato. Te pueden clavar una puñalada impunentemente, que no pasa nada. “Son sus costumbres y hay que respetarlas”, palabras textuales.