Este contenido fue publicado originalmente en el blog de la Delegación de PxC de L'Hospitalet de Llobregat.
La sociedad clama cada vez más contra la inmigración descontrolada que nos asfixia en una espiral de humillación constante en la que ellos son los dueños y nosotros sus servidores. Clama contra la perdida de derechos y el aumento de deberes. Contra la desintegración de nuestra cultura. Contra las agresiones, robos, violaciones y asesinatos de quienes se saben impunes gracias a nuestras leyes, hechas a medida del delincuente.
La sociedad pide y los aprovechados ofrecen sus servicios. Nunca antes han movido un dedo, pero el éxito de Plataforma per Catalunya les ha llevado a inquietarse hondamente y se han apresurado a imitar a Anglada, el único que realmente ha escuchado el grito de la sociedad alarmada y ha respondido.
Este sujeto es otro de los escindidos de PxC, pero a diferencia de Figuerola, Barranco y el dúo Muñoz, patéticos donde los haya, éste tiene un largo historial de peregrinación, arrastrándose de aquí para allá sin hacer nada de provecho en ninguna parte. Veamos un extracto de esta carta suya donde se expresa en tercera persona y él mismo narra su peregrinación de la Ceca a la Meca.
(…) la izquierdista Plataforma Nueva Europa, que Farrerons abandonó cuando los ultras Ernesto Milá y Enrique Moreno intentaron derechizarla. En CiU estuvo afiliado el abajo firmante (Farrerons) por cuestiones profesionales y sindicales relacionadas con la defensa de los derechos humanos en las prisiones catalanas. Antes de ser mayor de edad había militado Farrerons en las Juventudes Socialistas de Catalunya y en Falange Auténtica (hedillista, antifranquista). Desde 2003, ha pasado por tres partidos: la PxC, el PNR y el PxCat (escisión del primero), hasta decidirse a fundar una sigla que permitiera desarrollar sin obstáculos la nueva política patriótica que los tiempos demandan. Una política que deberá ser crítica con los actuales planteamientos migratorios pero sin incurrir en sospechas de racismo ni, por ende, en la vulneración de los derechos humanos de los inmigrantes. Aclaro, en fin, que el antirracismo del abajo firmante no es nuevo, sino que procede de la etapa ENSPO (es decir, de años ochenta, coincidiendo en el tiempo con la militancia neonazi de Luna en CEDADE) y está acreditado por el Diccionario de Partidos Políticos de la Enciclopedia Catalana. En cualquier caso, lo que no explica Junco (o sea, Luna) es por qué se dio de baja Farrerons de esos partidos. Farrerons abandonó la PxC siendo secretario general y autor del programa porque ese mismo programa, rabiosamente antirracista, no se cumplía; el interesado se encontraba ya entonces situado mucho más a la izquierda que Anglada en la cúpula de la PxC. En el caso de AE, nunca militó pero fue el autor de su programa, germen ideológico del MSR, un partido que había de emprender la larga marcha hacia la izquierda de forma progresiva, pero que jamás consumó este loable proyecto por razones que ahora no vienen a cuento. En el caso del PNR, el abandono de Farrerons es el resultado de que no se constituyera en Vic una candidatura de izquierdas contra la actual política de inmigración que ya había sido anunciada en la prensa con el beneplácito del presidente del partido, el ex comunista Juan Colomar. En el caso del PxCat, siendo Farrerons autor del programa del partido, claramente de izquierdas (se define la organización como “partido de los trabajadores”), y secretario de prensa, se dio de baja porque el presidente Figuerola incumplía también su norma programática y suprimía en la web oficial los comunicados del abajo firmante en los que éste definía el partido como novedoso proyecto de centro-izquierda en defensa de los trabajadores afectados por la política derechista de inmigración. En caso de Ciutadans, Farrerons abandonó la asociación en solidaridad con quienes, desde posiciones de izquierdas, reclamaban una asamblea general y habían sido expulsados de la organización por este simple motivo. En definitiva, los cambios de sigla del abajo firmante denotan una persistente coherencia con programas políticos que él mismo había redactado, pero que no se cumplían, y con posiciones izquierdistas que había defendido también en el ámbito laboral y sindical de las prisiones (cumplimiento estricto de la legalidad y respeto a los derechos humanos). Este documentado proceso de evolución hacia el estricto enfoque de extrema izquierda, cada vez más radical, comienza en 1987 con la Plataforma Nueva Europa, promovida por un comunista, Juan Colomar Albajar, ya nombrado, y el abajo firmante, y culmina con la fundación de la INTRA el 13 de octubre de 2010.
INTRA es el nombre del partido del culo inquieto. Tan inquieto y disperso, que todavía no sabemos el significado de estas siglas. Consultado Google, aparecen tiendas de muebles, agencias de movilidad y cosas semejantes, pero ni una sola mención a un partido político, así que tendremos que esperar a que tome asiento y nos lo cuente.
Pero lo verdaderamente risible de este señor es que define a su partido como “Primer partido de izquierda antiinmigración”. Y además, avisa que no es racista ni xenófobo.
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