martes, 5 de julio de 2011

Los derroches del Ayuntamiento de L'Hospitalet

Este contenido fue publicado originalmente en el blog de la Delegación de PxC de L'Hospitalet de Llobregat.

 
A los socialistas no les importa que los gastos queden asentados en la cuenta general del consistorio, deben pensar que nadie le echará un vistazo siquiera.
La crisis empezó en 2007 y en 2008 ellos celebraban comidas de trabajo a base de langosta y cava. ¿Qué les importa que desde 2007 en l’Hospitalet haya 11.258 parados más? Evidentemente, nada, porque las cuentas de 2009 muestran que no se enmendaron en absoluto.

En la citada cuenta aparecen los gastos de una comida celebrada el 23 de abril de 2009 en el restaurante Txalaporta, en la que se pidieron chuletones de buey a 42,50 euros; lubina de 32,72 euros; un plato de bacalao de 26 euros; jamón de bellota de 24 euros; mariscos de 24 euros, espalda de cabrito de 21, vino Santa Cruz de Artazu de 30 euros o un Musa de 23 euros.
A lo largo de ese año hubo más ágapes a costa del presupuesto municipal con vino Carmelo Rodero Crianza de 30,25 euros, suprema de lubina de 29,75, merluza a 27 euros o ensaladas de 20 euros. Todo ello regado con cava, chupitos y licores. Los populares han reclamado en diversas ocasiones que se limite el gasto en comidas a 20 euros por comensal y, en el caso de superar esa cantidad, que el concejal pague la diferencia de su bolsillo.


Nunca he entendido para qué sirven las “comidas de trabajo”. Se supone que es para hablar, pero no sé cómo se puede hablar, mascando a dos carrillos. Si fuese un menú más sencillo, sería distinto tal vez, pero bregar con marisco y chuletón, no me parece a mí que se pueda hablar ni estar pendiente de lo que dice otro.
Claro que mis reflexiones son inútiles porque es evidente que van a ponerse las botas a nuestra costa. De trabajar nada.
Obviamente, llenarse la panza con exquisiteces no es a lo único que destinan el dinero de los hospitalenses.

En esa cuenta general aparece también los gastos en telefonía móvil de los concejales y de la alcaldesa de L’Hospitalet, la socialista Núria Marín. Algunos portavoces pasaron facturas por valor de 3.000 euros al año, más que la propia Marín, cuyas llamadas costaron 1.971,73 euros.
“Algunos portavoces”… ¡Uys!, conozco a una concretamente, que lleva el móvil siempre pegado a la oreja, esté donde esté. Creo que duerme con él y habla en sueños. Es como el soneto de un hombre a una nariz pegado, pero cambiamos nariz por móvil y cuadra a la perfección.

Los gastos de publicidad y propaganda se llevan la palma. A los socialistas les pierde el autobombo. Si la alcaldesa tuviese una perrita y esta tuviese camada, sería capaz de anunciarlo con pasquines en las farolas.
471.824,13 euros, es decir, 1.292,66 euros al día, es el gasto de dicho apartado en 2009.
Mil doscientos noventa y dos euros al día, durante 365 días, que se dice pronto. De esto se desprende que la ciudad de l’Hospitalet no es pobre precisamente, pero sí que los socialistas la esquilman miserablemente.

Y para acabarlo de arreglar, contrataron a un fotográfo para que acompañase a los famosos cooperantes que fueron secuestrados y nos costaron un ojo de la cara y un riñón. Sí señores, los hospitalenses contribuimos sin saberlo a inmortalizar el safari de niños de papá que van a llevar recursos, no a la población, sino a los terroristas.
Cuatro máquinas de coser herrumbrosas y sin repuestos, sirven de tapadera a lo que realmente hace esta gente allí como hemos podido ver, nosotros y el mundo, ante las risas y bromas de secuestrados y secuestrador.

Ya es hora de que los socialistas se vuelvan por donde vinieron y dejen de expoliarnos.

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