Una melé para las municipales

Este contenido fue publicado originalmente en el blog de la Delegación de PxC de L'Hospitalet de Llobregat.

 

Hay que ver como anda el patio. Si es que son como niños a la hora del Bollycao, que si “No te ajunto. Pues yo menos. Pero, oye… ¿no querrías…? ¡No! Bueno… tal vez… No, yo no. ¡Pero si ayer me dijiste que sí! He cambiado de idea porque me parece poco”.

La pera. Y estos son los alcaldables y sus presuntos asociados para limpiarnos los bolsillos.

Laporta no quiere saber nada de Portabella

Solidaridad Catalana por la Independencia (SI) rechaza hacer ningún pacto con Esquerra para las próximas elecciones municipales, una opción a la que estaría abierto el candidato republicano por Barcelona Jordi Portabella.

La negrita es mía para recalcar lo que dice la frase. Pero claro, no cuadra con las anteriores declaraciones de Portabella cuando negó tener intención de pactar:

“Portabella reiteró lo que ya dijo ayer en rueda de prensa y que ya manifestó antes de las elecciones y es que ‘cuando el independentismo se presenta dividido, este debilita’ o dicho de otra manera, ‘si entras y centrifugas te haces más débil’. Una llamada a la reflexión que ante la proximidad de las municipales y circunscrito en Barcelona significa que ‘tampoco en Barcelona es bueno que el independentismo se presente dividido’. Todos los partidos deben darse cuenta que para entrar en el Ayuntamiento de Barcelona se necesita al menos un 5% de los votos ‘que todo el mundo cuente y reflexione y en Barcelona ERC es el único partido que se encuentra por encima del 6%’ “.

¿En qué quedamos? ¿ERC va sobrado para entrar en el Ayuntamiento o no? Y eso de que ERC es el “único” partido tan maravillosamente situado, ¿quien se lo ha dicho a Portabella? ¿Su espejito?…

Pero la auténtica melé viene ahora:

El todavía vicepresidente del Gobierno, Josep Lluís Carod-Rovira (ERC), no podrá contar con el conseller Antoni Castells (PSC) para impulsar un nuevo proyecto político de carácter catalanista, como se había especulado en algunos círculos. Castells ha dejado claro, en declaraciones a Catalunya Ràdio el pasado miércoles 2 de diciembre, que presentará batalla en el interior del partido. “Hay que reconstruir un proyecto político mayoritario, progresista, capaz de ganar las elecciones, de arrastrar detrás de los espacios centrales la sociedad catalana, e independiente y autónomo del PSOE”, ha afirmado.

Castells podría contar para esta tarea con dirigentes como Montserrat Tura, Ernest Maragall, Àngel Ros o Marina Geli, entre otros, además de los grupos que se mueven en la órbita de Raimon Obiols. Estos sectores probarían de articular una alternativa al actual aparato del PSC.

¡Hala!, todos mezclados, pugnando por arrancar algo, lo que sea. Una patada al que se acerca a pedir (Carod) y venga empujar para apartarse del Zenizo como sea.

La verdad es que resulta bastante divertido, todo hay que decirlo. Zapatero se lleva más tortas de las que le corresponden porque el PSC ha actuado desde su libertad de autonomía y la culpa del resultado es suya exclusivamente, pero como buenos manipuladores que son los socialistas, siempre tienen que cargarle el muerto a quien sea.

Carod, en cambio, se ha quedado sin infantería después de que la mayoría de dirigentes de su sector se pasaran al bando de Puigcercós antes de la confección de las listas-como Ernest Benach, a cambio de ir de dos por Barcelona-o el delegado en las Terres de l’Ebre, Lluís Salvadó. Hoy por hoy, los únicos que se han mantenido fieles a él han sido el Secretario General de Presidencia, Rafael Niubò, y el senador Carles Bonet.

Lo dicho, según la cita anterior, ¿donde está el flamante peso de ERC que mantiene Portabella? Inaudito.

Siguiendo con ERC:

La otra opción sería una alianza con la Federación de Barcelona-Jordi Portabella y Oriol Amorós-, en un partido en el que las alianzas internas para desbancar un líder siempre han tenido bastante peso. Como cuando el propio Carod y Puigcercós se aliaron contra Àngel Colom y, previamente, Colom y los dirigentes de la Llamada contra Joan Hortalà.

En fin, visto y comprobado que lo suyo es arrancarse los ojos unos a otros. Cataluña y los catalanes les importan un pimiento. Hay que choricear como sea, aunque se llegue manco, tuerto o cojo.

De nuevo la negrita es mía.