Reacciones políticas sobre los inmigrantes

Este contenido fue publicado originalmente en el blog de la Delegación de PxC de L'Hospitalet de Llobregat.

 

La presencia de Plataforma per Catalunya no sólo ha hecho mella en la popular Alicia Sánchez-Camacho, ahora son los socialistas quienes se han dado cuenta (¡Oh!) e intentan “arreglar” el desaguisado que ellos provocaron.

Primera escena: Zaragoza, 15 de abril del 2010. El entonces ministro de Trabajo y exalcalde socialista de L’Hospitalet de Llobregat, Celestino Corbacho, acusa al alcalde de Vic, Josep Maria Vila d’Abadal (CiU), de proponer medidas contra los inmigrantes irregulares porque «tiene miedo» de que la xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC) «coja parte de su espacio electoral».

Segunda escena: L’Hospitalet de Llobregat, diciembre del 2010. La alcaldesa, Núria Marín (PSC), propone negar los permisos de arraigo y reagrupación familiar a los inmigrantes incívicos. Iolanda Pineda (PSC), alcaldesa de Salt (Gironès), secunda la iniciativa.

Vamos bien. El ganado va aprendiendo. Lo malo es que se apropie del trabajo de los demás, porque ha sido PxC quien se ha implicado en ello, el único partido que lo ha hecho y por lo que ha sido acusado de todo lo malo habido y por haber, además de ser ninguneado y silenciado por los medios, mientras que ahora, viendo que lo que ofrece es lo que la sociedad reclama, todos los veletas se lanzan a copiar.

Veamos esto:

Un destacado alcalde socialista, en privado, lo explica: «Algo hay que hacer porque la derecha ocupa nuestro espacio. Si no decimos nada, viene PxC y saca 3.000 votos».

“Algo hay que hacer”… O sea, que es el canguelo lo que les impulsa a travestirse. A decir lo que de ninguna manera cumplirán. El miedo a que “la derecha” les coma terreno.

«El buenismo con la inmigración se ha acabado. No nos tiembla el pulso para cerrar una mezquita o hacer la ordenanza del burka», dice el alcalde de Lleida, Àngel Ros (PSC).

¿Seguro que Àngel Ros hará lo que dice?… Sus propias palabras delatan lo que ocurre: “buenismo” y con ello no queda bien parado, no. Este señor dispuesto a cambiarse la chaqueta es uno de los de su clase que han usado hasta ahora a los inmigrantes para obtener su voto, dándoles de todo -quitándonoslo a nosotros-. Pero… ¡ay!, resulta que nosotros nos rebelamos y, no lo olvidemos, por medio de Plataforma per Catalunya, el ÚNICO partido que se ha preocupado por este problema, mientras los otros jugaban a “hacer amiguitos” multirraciales, sin importarles que estos amiguitos les escupiesen en la cara, por su “buenismo”.

El pasado 28-N en L’Hospitalet y Salt -con porcentajes de inmigración del 22,7% y del 41,7%, respectivamente- PxC obtuvo porcentajes de voto superiores al 4%. En ambas localidades estaría a las puertas de obtener representación si repite este resultado.

Por supuesto. PxC puede. Habría llegado el 28-N de no ser por los… ¿son torpedos infiltrados, o sólo tontos del haba creyéndose una maravilla?… Personalmente opino que al 50%.

Estos papanatas entraron con la idea de forrarse en política y al ver que no era posible estando en un partido independiente al que no le sobra ni un euro, salieron echando espumarajos por la boca para disimular un poco. Claro que esto no es todo, por supuesto, tienen a “alguien” detrás. Alguien que les alienta a hacerlo, con la lengua sibilina de: “Tú vales mucho. Vete de aquí y tendrás a todos arrodillados ante ti”. Y como son gilipollas, van y se lo creen.

Al menos, algo así le dijo Francisco Oliva a la Barbie tarraconensis. No sé qué pinta este tipo, que ni es catalán ni vive en Cataluña. Igual que la pistolera vasca, a cuyos brazos se acogen todos los que salen cagando leches de PxC después de perpetrar su traición. Curioso, ¿no?